viernes, 15 de marzo de 2013

Concierto de Chebú en Torrelavega


CHEBÚ: MELODÍAS DE SEDUCCIÓN… Y DE EMOCIÓN
Presentación de su primer disco “ Confusión en tu casa”
Basta con llegar un poco antes del inicio del concierto y ver la disposición del escenario para saber que te vas a encontrar con algo diferente. Quizá más por defecto que por exceso. La guitarra, el piano y la voz van a ser los protagonistas, la percusión y el contrabajo, los secundarios necesarios, esos que están y se notan, pero apenas se ven en una propuesta donde las emociones, los sentimientos, la melancolía o incluso la rabia y el descontrol, se desbordan en un puñado de canciones que aglutinan referencias a multitud de estilos que van desde el jazz clásico hasta el pop, pasando por el blues, el soul, la canción francesa o incluso los toques de fado.

Así es Chebú, un crisol de melodías, un compendio de sentimientos y una catarata de emociones que se despliegan en la evolución de un concierto, y que van abriendo brecha a medida que te dejas atrapar por la voz de Yenia y el buen hacer de Nahum con la guitarra y el piano. Ayer se presentaron por primera vez en Torrelavega, en el Sez Turuta, y pese al ambiente frio, en lo meteorológico, que presentaba la noche, poco a poco, la calidez de los acordes y su particular forma de desgranar sus canciones, fueron caldeando un ambiente, que como sus temas fueron de menos a más.
Para todos aquellos que no habíamos escuchado a Chebú, los primeros temas fueron una sorpresa, la multitud de referencias, las influencias y los influjos aparecen desde el principio como una amalgama de estilos elegantes y trabajados que no dejan ajeno a nadie. Con temas como “ Acrobacias”, “Just a second” o “Fuck you twice” aparecen ritmos suaves, tiernos, melancólicos y taciturnos que denotan timidez y quizá hasta un poco de vergüenza al exhibir sentimientos y anhelos vinculados al amor y a la ausencia de éste, al abandono y a la tristeza. Melodías inspiradas en el jazz y las divas de la canción americana como Nina Simone, Ella Fitzgerald o Etta James, con el piano sobrevolando por encima de todo y la maravillosa voz de Yenia como transmisora de un raudal de emociones encontradas y una exuberancia de registros que escarban en lo más profundo de los sentimientos.
Con “Oir tu voz”, su primer tema en castellano y bajo mi modesto punto de vista, el mejor de su primer disco “confusión en tu casa”, aparecen trazas de inquietud y desazón, incluso con tintes de dolor que nos trasladan al lado oscuro de las pasiones. Un tema cuyas primeras estrofas destilan una melancolía infinita… “Como queman las heridas, necesito que me bese tu agua fría, como brillan las pupilas, si estoy sola pero noto que me miras”, el dolor de la ausencia y la esperanza vana del regreso.
Otros temas como “Lonely man” reúnen referencias más contundentes e incluso transgresoras, con ritmos machacones y rotundos que recuerdan a Tom Waits y donde el acompañamiento de Charly Pérez y Dani Simons a la percusión y al contrabajo se hacen imprescindibles.

Y es que no es fácil definir a Chebú, porque sugiere e insinúa, pero no enseña, se lo guardan, proponen una interpretación particular del público, que interioriza sus propios sentimientos a través de un ambiente melancólico que en el fondo contiene un tímido optimismo fundado en el espíritu de superación, de dejar atrás el pasado y de mirar al futuro con una mueca que parece una sonrisa y con un mensaje que aporta dosis de esperanza deseada.
Con “Pajarillo” llegó la única versión del concierto, un homenaje a la Lhasa de Sela. Después llegaron temas casi a capela, donde Yenia pidió la colaboración del personal, con ritmos propios de cada uno de los presentes, que golpeando las mesas, o las cervezas, chasqueando los dedos o sacudiendo un bolígrafo contra una libreta (caso personal), le propusieron un ritmo inclasificable que la cantante supo traducir para regalar a los presentes una alarde de cambios de registro y de asombroso dominio de su garganta.
En el tramo final del concierto Chebú dejó atrás el inglés para interpretar temas tanto en ruso como en francés, canciones que hablan de las diferentes actitudes de la gente ante problemas y situaciones diversas y que siguen intentando descifrar los enigmas de las actitudes, pero de forma recatada, casi como si te estuvieran contando un cuento al oído. En francés llegó el tema “pesadilla”, con un compás sencillo que casi recuerda a un valls y que vuelve a dejar claras algunas influencias como la de Edith Piaf, pero quizá también, como a lo largo de toda su presentación en Torrelavega, con reseñas sutiles a Leonard Cohen, Van Morrison o Nat King Cole o Chet Baker.
“Los pájaros no lloran” y “ La tristeza” fueron los últimos temas que sonaron anoche, canciones fuertes, que trasladan emociones de superación, en las que aparece la rabia, la contundencia, la potencia, las ganas de explotar e incluso el descontrol de las inquietudes desatadas, temas que eliminaron la sensación de desasosiego inicial para transformarla en furia enfocada a la superación y a la evolución personal.
Yenia y Nahum tienen una propuesta muy distinta, que necesita ser escuchada reiteradamente para denotar la profundidad de los conceptos que manejan, se trata de ese tipo de trabajos que sorprenden desde el principio, pero que atrapan con la reiteración de su escucha. Quizá no sea un estilo para todos los públicos, pero si para aquellos que buscan lo diferente, lo desigual, que necesitan de sensaciones que trasciendan de lo vanal.
Lo mejor es que “ Confusión en tu casa”, sólo es su primer disco, un buen disco con un buen directo, sobrio y eficaz, cargado de sentimiento y de experiencias personales, pero su primer disco, lo que significa que la capacidad de evolución y profundización es absoluta y augura un futuro plagado de expectativas.

Texto.- Juanjo Martínez de la Cuevas
Fotos.- Eusebio Díaz Campo



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